Me despido de la luna que hoy me mira tímida, tras una inmensa ventana; la misma que fue testigo, de mi enorme susceptibilidad humana.
Me despido del viento helado que hoy se aferra a mis huesos, el mismo que ha sido cómplice, de mis intolerables pensamientos.
Me despido del sol, que entre paisajes, tantas veces admiré;
Me despido del conductor imprudente que casi me estrella
Me despido del sol, que entre paisajes, tantas veces admiré;
el mismo, que entre sombras, muchas veces rechacé.
Me despido del aire más puro que ha llegado a mi conciencia,
de la música más mística que ha compuesto la naturaleza;
del aroma más prodigioso que ha estimulado mis sentidos
y del lugar más fascinante que la perfección ha conocido.
el mismo al que le arrebataron su cultura, e incluso, su pasado.
Me despido de éste, y todos los lugares que ignoré,
porque cuando regrese, si regreso, tal vez ya no los encontraré.
Me despido del conductor imprudente que casi me estrella
y del que casi me estrella, por mi insolente imprudencia.
Me despido de los mil setecientos pesos que pagué por un pasaje y del dinero que ahorré por todas las veces que no pagué.
Me despido de los mil setecientos pesos que pagué por un pasaje y del dinero que ahorré por todas las veces que no pagué.
Me despido de cada pájaro que me deleitó con su canto
los mismos que nos alimentaron, a nosotros, malditos humanos.
y de todas las palomas por las que nunca tuve encanto.
Me despido de los animales, que quise más que a un ser humano;
Me despido de las personas que me acompañaron con un café,
y de todas las personas que nunca conocí.
Adiós a los que con su aroma me impregnaron,
algo que solo sucede, después de un profundo abrazo.
Me despido porque sí, tal vez porque necesito huir;
o porque quiero regresar siendo mejor de lo que fui.
Me despido, consiente, de que tal vez no será así
y de que seguro, regresaré, extrañando lo que evité vivir.
Me despido de usted, y de mí en este bellísimo lugar.
Me despido de estas letras y de usted, leyendo cada una de ellas.
Me despido de este final, que realmente no quiero acabar,
el mismo que usted, por fortuna o por desagracia, acaba de terminar.
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Fotografías por Paola Sarmiento. Nombrándolas desde arriba:
Luna en Cartagena - Colombia.
El Cabo de la Vela - Colombia.
Santa Marta, El rodadero - Colombia.
La Guajira - Colombia.
Su nombre es Max, Bogotá - Colombia.
Nunca me dijo su nokmbre, vendía café. El Cabo de la Vela - Colombia.
Túnel desde Girardot camino a Bogotá - Colombia.
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