miércoles, 22 de febrero de 2012

¡Qué pasó con esos puntos!


¿Por qué nadie se ha cuestionado la importancia de los puntos? ¿Por qué no hablan de ellos como puntos, como los puntos que son? En verdad no lo entiendo.

Sí. Estoy segura que usted pensó en los signos de puntuación y si lo hizo, afirmó de paso la importancia de mi cuestionamiento; no me refiero al punto final, al seguido o a los suspensivos, de esos sí que hablamos todo el tiempo (aunque claramente no tenemos ni idea de su uso.)

¿Ha pensado qué pasaría si el punto de vista no se alcanzara a ver? Eso sí que sería incómodo, imagínese en la prensa, un titular: “El punto de vista de la oposición no se alcanza a ver y por eso le reelección es un hecho.” bueno, lo sé, es un mal ejemplo porque ya ha sucedido, pero es grave, realmente grave ¿no cree? Simple; el punto de vista se hizo para ser visto.

¿Y si el punto de fuga se sale del lienzo? No existiría la perspectiva, los dibujos no tendrían profundidad, ¡el arte sería un asco! O peor aún ¿Y si el punto de fusión se congela? ¡No existiría el líquido! ¡Dios! ¿Cómo haríamos para vivir? creo que ya nos habríamos muerto de sed.

Bueno y si todavía no me cree, piense: ¿qué pasaría si el punto de partida no inicia? ¡Pues nada! ¡Nada porque absolutamente nada habría empezado! Ni siquiera ese punto de vista que no se alcanza a ver o el punto de fuga que se salió del lienzo. No existiría usted, ni yo, ni este escrito. No existiría nada, ¿no comprende que todo en el universo entero, necesita un punto de partida?

Lo sé, para mí también es indignante amigo lector.