El cine, así como la literatura y todo tipo de arte reflejan en sí mismos el presente de una sociedad, de un contexto, de un espacio de vida. Pensamientos e ideas de seres humanos que no se pueden separar de su entorno; a éste se adaptan y en éste conforman su identidad, es su escenario, ésta es su vida.
Una película más allá de su argumento puede establecer épocas, espacios e identidades específicas. Las locaciones, el vestuario, el maquillaje y todo lo que estéticamente conforma un largometraje, nos insinúa en cierta medida el lugar y la época “real” en la que se desarrolla, es decir, el espacio presente en que determinado director decidió crearla. La historia por su parte no se puede separar de estos elementos porque se articulan directamente con el argumento y la intención de la película, así como los seres humanos a su entorno.
Es una relación inmutable y necesaria entre el espacio ficticio de la película, y el espacio "real" en el que se crea la historia. Es por esto que lo uno refleja lo otro, el cine expresa la realidad, y la realidad se adapta y se expone a través del cine.
Tal vez la materialización de la anterior afirmación puede desarrollarse explícitamente en las diferentes versiones que existen de la historia “Romeo y Julieta”: existe una base por la cual cada director tuvo que pasar, una base de por sí muy sólida, el libro de Shakespeare y la historia que tiene un tiempo, espacio, personajes, arte y contexto específicos.
El instante puro y directo sobre la obra lo desarrolla el director Italiano Franco Zeffirelli, quien en 1968 plasma estrictamente el texto original de Shakespeare. Los escenarios son una representación de la anterior afirmación: es un arte remitido hacia lo clásico y netamente romántico, es como si fuera la ambientación teatral del libro. En sí mismos los personajes construyen la historia, su apariencia física, el vestuario, la fuerte iluminación y su entorno narran la inocencia, la pasión pura del amor que de hecho, no se podría representar tan literalmente en una época diferente, creo que esto lo veremos al describir las siguientes versiones.
En contraste, West Side Story, una película que en su desarrollo denota que es un film estadounidense de los años 60s, dibuja sus escenarios de una manera muy radical, en relación a la época y por el hecho de entablarse en torno a la intención musical. Es inevitable, en esta película relacionar el espacio en que se desarrolla con lo que si vive en esta década. La libertad, rebeldía, el racismo y la pobreza. Sus colores, la iluminación y las locaciones insinúan el espíritu por la libertad, la modernidad y el consumismo, y por otro lado, la situación que se vivía ante la discriminación racial y la pobreza. Es absurdo como se muestra en cada escena el contraste de posiciones. Contrario a la anterior película, ésta se rodea de asfalto, construcciones modernas y terrazas desde las que solo vemos calle, ciudad. Su vestuario, pantalones entubados y chaquetas de cuero con botas, como una expresión de rebeldía. Elementos que satisfacen el argumento de la obra.
Un poco más racional que las versión de 1968 es la famosa película cuyo protagonista es Leonardo Dicaprio para el año 1996. Sus locaciones se adaptan a una realidad cercana como la que podríamos ver en la actualidad, la primera de éstas es muy diciente: una gasolinera en la que se desarrolla el primer enfrentamiento entre los Monteso y los Capuleto. El espacio en el que se realiza la fiesta de disfraces, una hermosa mansión, y allí, el vestuario, la música e incluso la danza es radicalmente moderna y joven. Elementos que en la primera versión eran espadas, en la siguiente armas corto punzantes y en ésta armas de fuego, son la representación artística que revela la intención y el ambiente de la historia. La playa en la que espera Romeo, la iglesia en donde se juran amor eterno e incluso el recinto en donde yacen los Capuletos, son estructuras que intentan mantener cierto romanticismo en la historia pero a la vez, sobreponen la influencia de los tiempos actuales, la frialdad, el toque de malicia y de la escasez de inocencia que si podíamos ver en las anteriores películas.
Romeo y Julieta, una historia que seguramente cualquier ser humano reconoce, se adapta al tiempo y al espacio, nos muestra una intención específica y nos habla incluso de una realidad. El arte, las locaciones y el escenario podrían escribir detalladamente, palabra a palabra, lo que cada película guarda en su interior.
Ensayo sobre tres versiones de la película Romeo y Julieta: 1968, 1957 y 1996
MaFaLda
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